En esta gráfica podemos observar que en Perú, más de la mitad de los evangélicos entre 26 y 40 años, específicamente el 58%, afirman no ser los principales contribuyentes al ingreso familiar. Esto significa que la mayoría de estos evangélicos en esta franja de edad no son los principales responsables de generar los recursos económicos para sus hogares.
Esta situación también se refleja en México, donde un 36% de los evangélicos en el mismo rango de edad admiten no ser los principales contribuyentes al ingreso familiar. Aunque este porcentaje es menor que en Perú, aún representa una proporción significativa de evangélicos mexicanos en esta situación.
Estos datos nos permiten comprender mejor la realidad económica de los evangélicos en estos dos países. Es importante destacar que existen diferentes factores que pueden influir en esta situación, como el nivel de educación, el acceso a empleos bien remunerados y la distribución de roles en el hogar. Además, es posible que algunos evangélicos en este grupo de edad estén aún en etapas tempranas de su carrera profesional, lo que podría impactar en su capacidad de contribuir de manera significativa al ingreso familiar.
Es necesario tener en cuenta que estos resultados son una instantánea de una determinada población en un momento específico y pueden variar en diferentes contextos y a lo largo del tiempo. Sin embargo, nos ofrecen una perspectiva interesante sobre la situación económica de los evangélicos en Perú y México, y podrían servir como base para futuros estudios y análisis sobre esta temática.
