En esta gráfica se puede observar que Honduras lidera con un 44% de población evangélica, seguido de cerca por Guatemala con un 36%. Se estima que del total de evangélicos en estos dos países, un importante porcentaje (44% y 32% respectivamente) han estudiado solo primaria.
La educación es un aspecto valorado en las Escrituras. Pasajes como Deuteronomio 6:7 instan a los padres a enseñar diligentemente a sus hijos los caminos del Señor. Dios anhela que su pueblo adquiera conocimiento y sabiduría.
Según los datos expuestos, en Honduras el 44% y en Guatemala el 32% de los evangélicos han estudiado sólo primaria. Estas cifras señalan la necesidad de facilitar oportunidades para completar la educación básica en estos países. La iglesia está llamada a abogar por el acceso a la enseñanza, especialmente de las Escrituras.
Más que la escolaridad secular, la Biblia enfatiza la importancia suprema de la educación espiritual y el conocimiento de Dios. Debemos buscar ante todo la sabiduría que procede de lo alto (Santiago 1:5). La iglesia debe impartir sólida doctrina bíblica accesible para todos.
Finalmente, el verdadero conocimiento se demuestra sirviendo al prójimo con amor. La meta de la educación es capacitar para bendecir y ayudar al necesitado (1 Corintios 13:2). Los cristianos estamos llamados a usar nuestros dones para servir a otros. La educación básica es un área de interés para la iglesia. Debe facilitar su acceso con énfasis en las verdades bíblicas y la formación espiritual, para servir al prójimo como Dios manda.