La gráfica señala que en Uruguay el 43% de las mujeres evangélicas indicaron que sus padres culminaron la primaria. Casi la mitad crecieron en hogares donde los progenitores pudieron finalizar la escuela básica. Como exhorta Proverbios 4:2 «Les doy buena enseñanza; no abandonen mis mandamientos».
Muy cercano está Ecuador, con 42% de evangélicas que reportaron padres con primaria completa. Dos de cada cinco proceden de familias donde los mayores lograron terminar su formación elemental.
Estos datos muestran que una porción importante de hogares evangélicos uruguayos y ecuatorianos accedieron al menos a completar educación primaria, aunque no continuaron niveles superiores.
Se infiere que muchas hermanas convertidas al evangelio en ambos países vienen de entornos donde solo se pudo acceder a escolaridad básica. Hoy buscan trascender esto.
En resumen, cerca de la mitad de progenitoras de evangélicas uruguayas y dos quintos de ecuatorianas finalizaron la escuela primaria. Sus descendientes anhelan mayor superación intelectual y espiritual.