La tendencia predominante en Latinoamérica es una aceptación moderada de los pagos electrónicos como una opción más confiable que el efectivo. En 15 de los 17 países analizados, más del 40% de los encuestados están «De acuerdo» o «Muy de acuerdo» con esta afirmación. Esto sugiere una creciente confianza en las transacciones digitales entre los evangélicos latinoamericanos, aunque aún existe una resistencia significativa en algunos países.
Esta tendencia hacia la adopción de nuevas tecnologías financieras puede relacionarse con el principio bíblico de ser buenos administradores de los recursos. En Proverbios 27:23 se nos exhorta: «Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños». En el contexto moderno, esto podría interpretarse como una llamada a utilizar sabiamente las herramientas disponibles para gestionar nuestras finanzas de manera eficiente y segura, lo cual podría incluir el uso de métodos de pago electrónicos cuando sean más confiables.
Existe una notable variación en la aceptación de pagos electrónicos entre los diferentes países. Perú lidera con un 51.77% de acuerdo, seguido de cerca por Colombia (49.76%) y México (49.36%). En contraste, Brasil muestra una distribución más equilibrada, con un 27.18% de acuerdo y un 31.72% muy de acuerdo, pero también un 24.27% muy en desacuerdo. Esto sugiere que factores culturales, económicos o de infraestructura tecnológica podrían estar influyendo en estas percepciones.
Finalmente, a pesar de la tendencia general hacia la aceptación, hay una resistencia significativa en algunos países. El Salvador muestra la mayor oposición, con un 44.39% en desacuerdo. Uruguay y Venezuela también presentan altos niveles de desacuerdo (46.67% y 40.99% respectivamente). Esto podría indicar preocupaciones sobre la seguridad de los sistemas electrónicos, falta de acceso a la tecnología necesaria, o simplemente una preferencia cultural por el efectivo en estas naciones.