La tabla muestra los porcentajes de educación superior/técnica alcanzados por evangelicos en países latinoamericanos, dividida en dos categorías: completa e incompleta. Los puntos más destacados son:
- Colombia tiene el porcentaje más alto (16.06%) en educación superior completa
- Argentina le sigue de cerca con 15.58%
- Chile muestra un sólido 14.05% en educación superior completa
- México tiene el porcentaje más bajo (0.60%) en educación superior completa
- Colombia, Perú y Argentina muestran los porcentajes más altos en educación superior incompleta
Los datos revelan una clara disparidad en la educación superior entre los países del sur y el resto de Latinoamérica. Colombia (16.06%), Argentina (15.58%) y Chile (14.05%) muestran porcentajes significativamente más altos en educación superior completa, mientras que países como El Salvador (1.01%), México (0.60%) y Panamá (1.09%) presentan porcentajes notablemente bajos.
Esta disparidad en el acceso y completitud de la educación superior nos recuerda el versículo de Santiago 1:5: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» Este versículo nos invita a reflexionar sobre la importancia de buscar el conocimiento y la sabiduría, recordándonos que la educación debe ser accesible para todos.
Se observa una correlación interesante entre la educación superior completa e incompleta. Los países con mayores tasas de educación superior completa también tienden a mostrar porcentajes más altos de educación incompleta, como se ve en Colombia (16.06% completa, 5.50% incompleta) y Perú (9.13% completa, 5.39% incompleta), sugiriendo un mayor acceso general a la educación superior en estos países.
Finalmente, los datos muestran una brecha significativa entre los países con mejores y peores índices. Mientras que los tres países líderes (Colombia, Argentina y Chile) superan el 14% en educación superior completa, hay un grupo considerable de países (Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Paraguay, Uruguay y Venezuela) que no superan el 5%, evidenciando una marcada desigualdad en el acceso y completitud de la educación superior en la región.