Los datos revelan que aproximadamente 1 de cada 4 evangélicos latinoamericanos (9.92% a 25.38%) identifica la violencia intrafamiliar con los niños como problema frecuente en sus países. Venezuela y Bolivia encabezan con 25.38% y 25.35% respectivamente, seguidas por Costa Rica (25.18%) y Colombia (24.77%). Chile presenta el menor índice con 9.92%, seguido por México (13.77%) y Panamá (13.64%). Esta distribución indica que entre 74.62% y 90.08% de evangélicos no mencionan este tipo de violencia, sugiriendo tanto posible subreporte como variaciones reales en la percepción del problema.

La preocupación evangélica por la violencia hacia los niños refleja el mandato bíblico de proteger a los más vulnerables. Como establece Marcos 10:14, Jesús declaró «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios». La violencia intrafamiliar contra menores representa una violación directa de este principio cristiano, generando tensión entre la autoridad parental tradicional y el llamado bíblico a la protección infantil, especialmente relevante en comunidades que valoran la estructura familiar.

Los países con mayores índices de percepción se concentran en el rango 23-26%: Venezuela (25.38%), Bolivia (25.35%), Costa Rica (25.18%), Colombia (24.77%) y Argentina (23.38%). Esta concentración sugiere un umbral crítico donde aproximadamente 1 de cada 4 evangélicos reconoce la violencia infantil como problemática, posiblemente reflejando mayor conciencia social sobre derechos infantiles o contextos socioeconómicos que incrementan la vulnerabilidad familiar.

Los países con menores índices muestran un rango de 9.92% a 16.04%: Chile (9.92%), México (13.77%), Panamá (13.64%) y Honduras (16.04%). Esta diferencia de hasta 15 puntos porcentuales con el grupo superior sugiere que factores culturales, económicos o de políticas públicas específicas influyen en cómo los evangélicos perciben o reportan la violencia intrafamiliar, con posibles implicaciones sobre la efectividad de sistemas de protección infantil.

Los países centroamericanos exhiben patrones mixtos: mientras Costa Rica (25.18%) se sitúa entre los más altos, El Salvador (20.71%), Guatemala (22.76%) y Honduras (16.04%) muestran niveles menores, y Panamá (13.64%) presenta uno de los índices más bajos. Esta variación de 11.54 puntos porcentuales dentro de la región sugiere que las dinámicas nacionales específicas superan los patrones regionales en la configuración de las experiencias evangélicas de violencia infantil.

La encuesta demuestra que la violencia intrafamiliar contra niños constituye una preocupación significativa pero variable entre evangélicos latinoamericanos, con 10 países superando el 20% de menciones. Los patrones revelan mayor conciencia en países sudamericanos y centroamericanos específicos, mientras que Chile, México y Panamá presentan índices considerablemente menores, sugiriendo la necesidad de estrategias diferenciadas de prevención y sensibilización que consideren los contextos culturales y socioeconómicos particulares de cada comunidad evangélica nacional.

 

 

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