La educación es un tema central en las Escrituras. El libro de Proverbios declara que el principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Proverbios 1:7). Dios desea que todo su pueblo busque la instrucción y el conocimiento como algo valioso (Proverbios 4:5-7).
Según la gráfica, el 47% de los evangélicos encuestados en Guatemala y el 30% en El Salvador reportaron no tener estudios. Estas estadísticas revelan la necesidad de mayor acceso a oportunidades educativas en ciertas áreas. La iglesia está llamada a proveer enseñanza, especialmente de la Palabra de Dios, a quienes carecen de ella.
Aunque la educación secular es importante, la prioridad para el pueblo de Dios debe ser la instrucción espiritual y bíblica. Debemos buscar primero el conocimiento del Señor, y él nos proveerá sabiduría para todo ámbito de la vida (Santiago 1:5). Es vital que la iglesia enseñe las verdades bíblicas de manera clara y accesible.
Es importante destacar que el conocimiento debe orientarse al servicio amoroso y desinteresado. De nada sirve la erudición si no se traduce en ayuda práctica al prójimo necesitado (1 Corintios 13:2). Los cristianos estamos llamados a usar nuestros dones para bendecir y servir a otros.
En conclusión, la educación es una tarea fundamental para la iglesia. Debemos facilitar el acceso al conocimiento, enfatizando las verdades bíblicas y el crecimiento espiritual. El objetivo es desarrollar una sabiduría que se exprese en amor y servicio, para la gloria de Dios.