Esta Tabla muestra los resultados de una encuesta realizada a evangélicos en varios países latinoamericanos sobre si aprueban o no la gestión del gobierno que encabeza el Presidente de su respectivo país.

Las observaciones más destacadas son:

  1. El país con el porcentaje más alto de aprobación al gobierno es El Salvador, con un 91.95% que aprueba la gestión de su Presidente.
  2. Los países con los porcentajes más bajos de aprobación son Ecuador (14.09%), Perú (13.97%) y Paraguay (18.75%).
  3. Hay varios países donde la desaprobación supera ampliamente la aprobación, como en Ecuador, Perú, Paraguay, Panamá y Venezuela.
  4. En países como Uruguay (64%), República Dominicana (63.41%), México (58.28%) y Costa Rica (67.43%), la aprobación al gobierno es mayoritaria.
  5. Bolivia (54.85%), Brasil (50.7%) y Chile (40.19%) muestran una división más equilibrada entre aprobación y desaprobación.

En general, se observa una gran variación entre países, con algunos mostrando un fuerte respaldo al Presidente y su gestión, mientras que en otros la desaprobación es mayoritaria entre los evangélicos encuestados.

 

La aprobación de la gestión del gobierno encabezado por el Presidente de cada país muestra una amplia variación en toda América Latina. Por ejemplo, en El Salvador, una abrumadora mayoría del 91.95% aprueba la gestión del gobierno, lo que refleja un fuerte apoyo hacia las políticas y acciones implementadas por el presidente en el país.

Sin embargo, en otros países como Ecuador y Perú, la aprobación es significativamente más baja, con solo un 14.09% y un 13.97% respectivamente. Esto puede indicar un descontento generalizado con la gestión gubernamental en estos lugares, posiblemente debido a preocupaciones sobre la eficacia, la transparencia o la respuesta a los desafíos socioeconómicos.

En cuanto a reflexión bíblica, Romanos 13:1 nos ofrece una perspectiva: «Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él». Este versículo nos recuerda la importancia de respetar y obedecer a las autoridades gubernamentales establecidas, mientras que también nos insta a orar por ellos y a trabajar por el bienestar de nuestra sociedad.

Además, vale la pena señalar que hay una división de opiniones dentro de países como Chile y Paraguay, donde la aprobación y la desaprobación están más equilibradas. Esto sugiere una polarización en la percepción pública sobre la gestión del gobierno en estos lugares, lo que destaca la necesidad de diálogo y reconciliación para abordar las preocupaciones y construir consenso en torno a las políticas y decisiones gubernamentales. En general, se observa una gran variación entre países, con algunos mostrando un fuerte respaldo al Presidente y su gestión, mientras que en otros la desaprobación es mayoritaria entre los evangélicos encuestados.

 

 

 

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