La tabla muestra las opiniones sobre la posibilidad de conciliar el crecimiento económico con el cuidado del medioambiente en países latinoamericanos. La gran mayoría de los encuestados en todos los países está «Muy de acuerdo» o «De acuerdo» con esta posibilidad. Brasil muestra el mayor apoyo con 91.55% (sumando ambas categorías positivas), seguido por Uruguay (95.65%) y Colombia (94.83%). México tiene el menor apoyo, aunque sigue siendo mayoritario, con 67.22%. La oposición es generalmente baja, siendo más alta en México (32.77%) y más baja en Uruguay (4.34%).
La tabla revela una fuerte tendencia a creer que es posible conciliar el crecimiento económico con el cuidado del medioambiente. En la mayoría de los países, más del 80% de los encuestados están de acuerdo o muy de acuerdo con esta idea. Esta amplia aceptación sugiere una creciente conciencia ambiental en la región, junto con la creencia de que el desarrollo sostenible es viable y necesario.
Esta tendencia hacia la armonía entre economía y ecología resuena con el mandato bíblico de ser buenos administradores de la creación. Génesis 2:15 dice: «Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.» Este versículo sugiere que el desarrollo económico (labrar) y el cuidado del medioambiente (guardar) pueden y deben coexistir, reflejando la responsabilidad dada por Dios a la humanidad.
Otra tendencia es una variación en la intensidad del acuerdo entre los países. Mientras que algunos como Brasil (74.65%), El Salvador (45.39%) y República Dominicana (45.06%) muestran altos porcentajes de personas «Muy de acuerdo», otros como Bolivia (24.80%) y Perú (29.83%) tienen porcentajes más bajos en esta categoría. Esto sugiere diferencias en el nivel de convicción sobre la viabilidad de conciliar economía y ecología, posiblemente influenciadas por experiencias locales o políticas nacionales.
Finalmente, la tabla muestra generalmente bajos niveles de desacuerdo, pero con algunas variaciones notables. México presenta el mayor desacuerdo (32.77% sumando «En desacuerdo» y «Muy en desacuerdo»), seguido por Perú (12.71%) y Argentina (12.82%). Esto podría reflejar preocupaciones específicas sobre los desafíos de implementar un desarrollo sostenible en estos países, posiblemente debido a experiencias pasadas o percepciones sobre conflictos entre intereses económicos y ambientales.