En esta gráfica se puede observar que el 87% de los evangélicos en Chile, con edades comprendidas entre los 26 y los 40 años, no ha considerado la posibilidad de abandonar el país. Este dato refleja la arraigada conexión que los evangélicos chilenos tienen con su tierra natal. Un fenómeno similar se observa en Nicaragua, donde el 84% de los evangélicos de la misma franja de edad tampoco ha contemplado la opción de emigrar.
Existen diversos factores que podrían explicar esta tendencia. Por un lado, la fuerte influencia religiosa juega un papel importante en la vida de los evangélicos en ambos países. La fe y el sentido de pertenencia a una comunidad religiosa pueden actuar como anclas que los mantienen arraigados a su lugar de origen. Además, la influencia cultural también desempeña un papel significativo. Las tradiciones, costumbres y valores arraigados en la sociedad pueden generar un fuerte sentido de identidad y pertenencia, lo que hace que los evangélicos no consideren la opción de emigrar.
Es interesante destacar que esta tendencia no se limita a los evangélicos, sino que también se observa en otros grupos religiosos y culturales en ambos países. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos datos se basan en una muestra específica y pueden no representar la realidad de todos los evangélicos en Chile y Nicaragua.
En resumen, la mayoría de los evangélicos en Chile y Nicaragua, en la franja de edad de 26 a 40 años, están arraigados a su tierra y no contemplan la posibilidad de emigrar. La fuerte influencia religiosa y cultural en ambos países puede ser un factor determinante en esta tendencia.