La educación es vital para el pueblo de Dios. En Proverbios 1:5 se nos dice que «el sabio oirá y aumentará el aprendizaje, y el entendido adquirirá consejo». Cuanto más conozcamos las Escrituras y el mundo que nos rodea, mejor podremos servir en el Reino.
Según la gráfica, el 39% de los evangélicos entre 26 y 40 años en Ecuador finalizaron la educación secundaria. Esta es una proporción alentadora de cristianos jóvenes con ese nivel educativo crucial. Sin embargo, en El Salvador sólo el 21% completó dichos estudios. Hay una amplia brecha entre estos países que debe motivar esfuerzos para expandir las oportunidades educativas.
A pesar de los desafíos, Dios desea que todos accedamos al conocimiento. En Santiago 1:5 se nos insta: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios». Como iglesia podemos crear programas de tutoría y becas para ayudar a más hermanos a completar la formación secundaria y superior. La educación abre puertas al servicio cristiano.
En conclusión, si bien Ecuador presenta un panorama alentador, en El Salvador el camino por recorrer es largo. Con la bendición divina y trabajando unidos, podemos diseñar soluciones para que más evangélicos jóvenes en países como este accedan a niveles de instrucción más elevados. La educación expande nuestras mentes y corazones para comprender las verdades bíblicas.