Según la gráfica, el 32% de los evangélicos de entre 26 y 40 años en Venezuela declararon haber completado estudios universitarios. Esto significa que casi un tercio de ese grupo poblacional en el país tiene un alto nivel educativo, lo cual es una proporción importante. La Biblia insta a adquirir conocimiento y sabiduría, como dice Proverbios 4:7 «La sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia».
En comparación, en Ecuador el 23% de los evangélicos de la misma franja etaria dijeron haber terminado la universidad. Aunque es un porcentaje menor al de Venezuela, de todos modos representa una fracción significativa de ese segmento de la población ecuatoriana. Quizás los evangélicos ecuatorianos también ven la educación como una forma de progreso personal y social.
Es interesante notar que en ambos países la educación universitaria tiene cierta prevalencia entre los evangélicos jóvenes y adultos jóvenes. Esto podría deberse a que al pertenecer a una minoría religiosa, sienten la necesidad de progresar económica y socialmente a través de la educación.
También es posible que los evangélicos valoren la superación personal y vean los estudios superiores como una forma de movilidad social. De hecho, históricamente las minorías religiosas han puesto énfasis en la educación como herramienta para el progreso.
En resumen, la gráfica muestra que en Venezuela y Ecuador alrededor de una cuarta o tercera parte de los evangélicos entre 26 y 40 años han completado la universidad. Esto refleja la importancia que le dan a la educación superior como medio para avanzar, tanto a nivel individual como grupal dentro de sus respectivas sociedades.