La tabla muestra la percepción de los evangélicos en diferentes países latinoamericanos sobre el nivel de desigualdad en sus respectivos países. Los datos se presentan en dos categorías: «01 Completamente inaceptable» y «10 Completamente aceptable». En general, se observa una fuerte tendencia hacia considerar la desigualdad como inaceptable en la mayoría de los países. Chile destaca con un 100% de los encuestados considerando la desigualdad completamente inaceptable. Argentina (94.44%), México (92.31%) y Brasil (86.30%) también muestran altos porcentajes de insatisfacción. Por otro lado, El Salvador presenta el mayor porcentaje (63.97%) de personas que consideran la desigualdad como aceptable, seguido por República Dominicana (51.14%) y Uruguay (48.00%).

Basándose en los datos de la tabla, se observa una clara tendencia en la mayoría de los países latinoamericanos a considerar el nivel de desigualdad como inaceptable. En 13 de los 17 países analizados, más del 60% de los encuestados evangélicos considera la desigualdad completamente inaceptable. Chile presenta el caso más extremo, con el 100% de los encuestados en esta categoría, seguido por Argentina (94.44%) y México (92.31%). Esta tendencia sugiere una profunda preocupación y descontento entre la población evangélica respecto a los niveles de desigualdad en sus respectivos países.

La percepción generalizada de la desigualdad como inaceptable refleja el llamado bíblico a la justicia y la equidad. Proverbios 31:9 nos exhorta: «Levanta la voz, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del necesitado». Esta perspectiva evangélica sobre la desigualdad parece estar alineada con los principios bíblicos de compasión y justicia social. Sin embargo, también nos recuerda la advertencia de Santiago 2:1: «Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas», instándonos a evitar prejuicios y tratar a todos con igualdad.

Se observa una tendencia de polarización en algunos países donde las opiniones están más divididas. Por ejemplo, en Bolivia, el 56.82% considera la desigualdad inaceptable, mientras que el 43.18% la ve como aceptable. Uruguay muestra una división similar con 52.00% frente a 48.00%. Venezuela también presenta una división notable con 60.00% que lo considera inaceptable y 40.00% aceptable. Esta polarización sugiere que en estos países puede haber factores complejos influyendo en la percepción de la desigualdad, posiblemente relacionados con diferentes experiencias económicas o sociales dentro de la población evangélica.

Finalmente, analizando los datos, se puede identificar una tendencia regional donde los países del Cono Sur y la región andina tienden a mostrar porcentajes más altos de insatisfacción con la desigualdad. Chile (100%), Argentina (94.44%), Perú (77.63%) y Ecuador (80.95%) presentan altos porcentajes en la categoría «Completamente inaceptable». En contraste, algunos países centroamericanos y caribeños muestran una mayor aceptación de la desigualdad, como El Salvador (63.97% de aceptación), República Dominicana (51.14% de aceptación) y Honduras (35.06% de aceptación). Esta tendencia podría reflejar diferentes realidades socioeconómicas o expectativas culturales sobre la igualdad en estas regiones.

 

 

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