Más que la educación secular, la Biblia enfatiza la importancia suprema del conocimiento de Dios y su Palabra. Debemos buscar primero la sabiduría que procede de lo alto (Santiago 3:17). Es esencial que la iglesia imparta sólida enseñanza bíblica accesible a todos.
Por otro lado, el verdadero conocimiento se expresa en servir con amor al prójimo. La meta de la educación es capacitar para bendecir y ayudar a los necesitados (1 Corintios 13:2). Los cristianos estamos llamados a usar nuestros dones y habilidades para servir a los demás.
En conclusión, completar la educación secundaria es un aspecto relevante para la iglesia. Debemos facilitar el acceso continuando con énfasis en la formación bíblica y espiritual, para servir al prójimo con amor como Dios lo requiere.