La tabla muestra la percepción de la violencia de Estado y abuso de violencia policial como el tipo de violencia más frecuente en diferentes países latinoamericanos, según encuestados evangélicos. Los datos se presentan en dos categorías: «No menciona» y «Menciona».

Observaciones clave:
– República Dominicana tiene el porcentaje más alto de menciones (28.69%) de violencia estatal/policial.
– Chile tiene el porcentaje más bajo de menciones (2.48%).
– Venezuela (22.05%) y Brasil (19.50%) también muestran porcentajes relativamente altos de menciones.
– La mayoría de los países tienen más del 80% de encuestados que no mencionan la violencia estatal/policial como el tipo de violencia más frecuente.
– Países como Argentina (9.09%) y Panamá (8.55%) muestran porcentajes bajos de menciones.

La tendencia predominante en los países latinoamericanos analizados es una percepción relativamente baja de la violencia de Estado y abuso de violencia policial como el tipo de violencia más frecuente entre la población evangélica encuestada. En 13 de los 16 países, menos del 20% de los encuestados mencionan este tipo de violencia como la forma más común en su entorno. Sin embargo, existen excepciones notables. República Dominicana se destaca con un 28.69% de menciones, seguida por Venezuela con 22.05% y Brasil con 19.50%. En contraste, Chile muestra el porcentaje más bajo con solo 2.48% de menciones, sugiriendo una percepción muy diferente de la violencia estatal en comparación con otros países de la región.

Esta variación en la percepción de la violencia estatal y policial entre las comunidades evangélicas nos recuerda el versículo de Proverbios 29:4: «Con justicia el rey da estabilidad al país, pero el que solo impone tributos lo arruina» (NVI). La presencia percibida de violencia estatal puede reflejar la calidad de la gobernanza y la aplicación de la justicia en cada país. Así como el proverbio sugiere que la justicia del gobernante estabiliza la nación, los países donde se percibe menos violencia estatal podrían estar experimentando una gobernanza más justa y equitativa. Por otro lado, donde la percepción de violencia estatal es alta, podría indicar la necesidad de reformas y un llamado a las comunidades de fe a abogar por una gobernanza más justa y pacífica.

Se observa una tendencia de contraste regional en la percepción de la violencia estatal y policial. Los países del Cono Sur muestran una variabilidad significativa. Por un lado, Chile tiene el porcentaje más bajo de menciones (2.48%), mientras que sus vecinos presentan cifras más altas: Argentina (9.09%), Uruguay (12.66%) y Brasil (19.50%). Esta disparidad sugiere que, a pesar de la proximidad geográfica y posibles similitudes culturales, pueden existir grandes diferencias en las políticas de seguridad, la relación entre el Estado y la ciudadanía, o en la percepción de la actuación policial en estos países.

Finalmente, existe una notable polarización en la percepción de la violencia estatal y policial en la región del Caribe y Centroamérica. República Dominicana muestra el porcentaje más alto de menciones (28.69%) de toda la región, mientras que países cercanos como Panamá (8.55%) y Honduras (12.03%) tienen porcentajes significativamente más bajos. De manera similar, Costa Rica tiene un porcentaje relativamente alto (16.96%) en comparación con algunos de sus vecinos centroamericanos. Esta variación sugiere que, incluso dentro de subregiones geográficamente cercanas, pueden existir grandes diferencias en la percepción de la violencia estatal o en la relación entre las fuerzas de seguridad y la población. Tal disparidad podría reflejar diferencias en la historia política reciente, en las reformas de los cuerpos de seguridad, o en la visibilidad y tratamiento mediático de los casos de abuso policial en cada país.

 

 

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