La tabla muestra cómo los ciudadanos de varios países latinoamericanos, que se identifican como evangélicos, creen que puedan llegar a ser victima de violencia. La tabla muestra la frecuencia con la que las personas evangélicas en diferentes países latinoamericanos se preocupan por ser víctimas de un delito con violencia. Los datos se dividen en cuatro categorías: «Todo o casi todo el tiempo», «Nunca», «Algunas veces» y «Ocasionalmente».Brasil tiene el porcentaje más alto (61.46%) de personas que se preocupan «Todo o casi todo el tiempo», seguido por Ecuador (45.98%) y Paraguay (40.27%). En contraste, El Salvador tiene el porcentaje más bajo (9.30%) en esta categoría.
El Salvador tiene el porcentaje más alto (42.64%) de personas que «Nunca» se preocupan, seguido por Honduras (38.46%) y Uruguay (34.62%). México tiene el porcentaje más bajo (4.79%) en esta categoría.
México tiene el porcentaje más alto (46.11%) de personas que se preocupan «Algunas veces», seguido por Chile (35.54%) y Perú (34.87%). Brasil tiene el porcentaje más bajo (10.19%) en esta categoría.
Argentina tiene el porcentaje más alto (28.57%) de personas que se preocupan «Ocasionalmente», seguido por Chile (23.14%) y Colombia (20.37%). Rep. Dominicana tiene el porcentaje más bajo (10.08%) en esta categoría.
Basándonos en los datos de la tabla, se observa una tendencia variable en la preocupación por ser víctima de un delito violento entre los evangélicos latinoamericanos. En la mayoría de los países, un porcentaje significativo de personas se preocupa «Todo o casi todo el tiempo» o «Algunas veces». Brasil destaca con el 61.46% de los encuestados preocupándose constantemente, mientras que en países como El Salvador y Guatemala, la preocupación constante es mucho menor (9.30% y 20.13% respectivamente).
Esta preocupación generalizada por la violencia nos recuerda la importancia de buscar la paz y la seguridad en Dios, como se menciona en Salmos 46:1: «Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.» A pesar de las circunstancias que puedan generar temor, la fe proporciona consuelo y fortaleza para enfrentar la incertidumbre.
Se observa una tendencia regional en la que los países del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay) muestran patrones similares de preocupación. Por ejemplo, en estos países, el porcentaje de personas que se preocupan «Ocasionalmente» es relativamente alto (28.57%, 23.14% y 14.10% respectivamente) en comparación con otros países de la región.
Finalmente: analizando la columna «Algunas veces», se nota una tendencia donde varios países tienen porcentajes cercanos al 30%. Por ejemplo, Bolivia (31.60%), Colombia (31.02%), Argentina (31.17%) y Venezuela (30.59%) muestran una proporción similar de personas que se preocupan con esta frecuencia, lo que podría indicar un nivel de preocupación moderado pero constante en gran parte de la región.