Los datos de la gráfica muestran que en Argentina, el 31% de los evangélicos se consideran no practicantes. Esto quiere decir que, si bien se identifican como evangélicos, no están activos en una iglesia ni practican regularmente su fe. Este es un porcentaje alto que debe llevarnos a la reflexión. La Biblia nos exhorta a no abandonar la comunión con otros creyentes (Hebreos 10:25).
En Costa Rica y Honduras, alrededor del 17% se consideran evangélicos no practicantes. Si bien el porcentaje es menor que en Argentina, sigue siendo significativo. Muchos factores pueden llevar a los creyentes a descuidar la práctica de su fe. Pero Jesús fue claro al llamar a sus seguidores a tomar su cruz y seguirle (Marcos 8:34).
Como iglesia debemos buscar a aquellos que se han alejado de la comunión y la práctica cristiana. Debemos mostrar interés por sus necesidades y luchar contra la apatía espiritual. Pablo exhorta a los Gálatas a no cansarse de hacer el bien y de servir a otros creyentes (Gálatas 6:9-10).
Es importante también evaluar por qué muchos evangélicos no se sienten motivados a participar activamente en sus iglesias. Quizás debamos renovar nuestras estrategias de discipulado y crear comunidades donde todos se sientan bienvenidos y encuentren propósito. Dios desea que seamos iglesias vibrantes y activas (Apocalipsis 3:2).
En resumen, los porcentajes de evangélicos no practicantes en Argentina, Costa Rica y Honduras nos desafían a buscar mejorar la retención y el discipulado en nuestras iglesias. Debemos mostrar interés en su bienestar, evaluar cómo servirles mejor y motivarles a crecer y participar activamente en la comunión cristiana. La Biblia insta a no abandonar la práctica de la fe. Como iglesias debemos ser comunidades acogedoras que ayuden a cada creyente a cumplir el llamado de Cristo.