La educación de los padres es un tema que repercute en las familias y la sociedad. Las Escrituras enfatizan la importancia de la formación en el hogar. Efesios 6:4 instruye: «Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor».
Según los datos, el preocupante 53% de los evangélicos en Honduras y el 50% en Bolivia y Guatemala afirman que sus padres no tienen estudios. Estas alarmantes cifras revelan la urgente necesidad de facilitar oportunidades educativas, especialmente para los adultos y padres de familia.
Más que la formación académica, la Biblia resalta el rol fundamental de los padres en la instrucción espiritual de sus hijos. Deuteronomio 6:7 exhorta: «Y las inculcarás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa». La iglesia debe equipar a los padres para que enseñen los caminos de Dios. El ejemplo de los padres es clave en la formación integral. Como expresa Proverbios 20:7: «El que camina en integridad es justo; dichosos sus hijos después de él». Los padres cristianos tienen el llamado a modelar con su propia vida el carácter y los valores bíblicos.
En conclusión, la iglesia debe atender las necesidades educativas de los padres, facilitando oportunidades. Más importante aún, debe capacitar a los padres para que instruyan a sus hijos en los caminos del Señor, con su ejemplo y enseñanza, formando el carácter y los valores bíblicos.