La educación es fundamental para el pueblo de Dios. En Proverbios 4:13 se nos exhorta a «retener la instrucción, y no la dejes; guárdala, porque ella es tu vida». Sin una base educativa sólida, es difícil construir bien. Por eso, es alentador ver que el 47% de los evangélicos de 26 a 40 años en Honduras han completado la primaria. Además, en Colombia el 42% de los evangélicos en ese grupo etario estudiaron sólo primaria. Son porcentajes mejorables, considerando que la secundaria permite ampliar las oportunidades laborales y de servicio.

A pesar de estos desafíos, como iglesia estamos llamados a promover la educación. El Salmo 111:10 declara: «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová». Debemos temer a Dios buscando conocimiento y desarrollando los talentos que nos ha dado, para así glorificarle. Como cristianos podemos respaldar iniciativas educativas, becas y programas de alfabetización.

En conclusión, avanzar en educación debe ser una prioridad para la iglesia. Honduras y Colombia tienen camino por recorrer en esta área. Con la bendición de Dios y siguiendo las Escrituras, podemos diseñar e implementar soluciones para que más hermanos completen no solo la primaria, sino niveles superiores de instrucción formal. El conocimiento es poder; usemos este poder para servir.

 

 

 

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