La educación es un aspecto que Dios valora grandemente. La Biblia insta al pueblo de Dios a buscar sabiduría, entendimiento y conocimiento (Proverbios 4:5-7). Debemos aprovechar todas las oportunidades de crecimiento intelectual para servir mejor al Señor.
Según los datos expuestos, el 23% de los evangélicos en México y el 22% en Ecuador finalizaron su educación entre los 23 y 30 años. Esto señala que una porción considerable alcanza niveles de posgrado en estos países. No obstante, es necesario ampliar aún más las oportunidades de educación de cuarto nivel. La iglesia debe motivar la excelencia académica.
Más que la educación secular, la Biblia enfatiza la importancia suprema de conocer a Dios y su voluntad revelada. Debemos buscar primeramente la sabiduría que viene de lo alto (Colosenses 2:3). La iglesia tiene la responsabilidad de proveer sólida enseñanza bíblica para la formación integral de los creyentes.
La verdadera educación se demuestra sirviendo al prójimo con amor. El conocimiento debe construir puentes de servicio desinteresado (1 Corintios 13:2). Los cristianos estamos llamados a usar nuestros dones para bendecir y ayudar a otros.
En conclusión, la formación de posgrado es un área de interés para la iglesia. Se debe facilitar su acceso poniendo énfasis en las verdades bíblicas y el crecimiento espiritual, para servir al prójimo como Dios manda.