La tendencia predominante muestra una inclinación moderada hacia los pagos electrónicos entre evangélicos latinoamericanos cuando tienen opción de elegir. Bolivia lidera con 56.15% «De acuerdo», seguido por Perú (52.40%) y Venezuela (51.44%). Ecuador registra 48.37% y Honduras 48.31%. En contraste, países como Brasil muestran menor preferencia con solo 18.65% «De acuerdo», mientras que Argentina presenta 30.14% y México 34.59%. Esta distribución sugiere que aproximadamente la mitad de los evangélicos en varios países prefiere utilizar medios de pago electrónicos cuando ambas opciones están disponibles.

La libertad de elección encuentra resonancia bíblica en Gálatas 5:13: «Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.» Los evangélicos, valorando la autonomía responsable, ejercen discernimiento al elegir entre opciones de pago según circunstancias específicas. Esta libertad de elección refleja principios cristianos de responsabilidad personal y sabiduría práctica en la toma de decisiones financieras cotidianas.

La categoría «Muy de acuerdo» presenta concentraciones notables: Brasil lidera paradójicamente con 45.34% a pesar de su bajo «De acuerdo», seguido por Argentina (23.29%) y Chile (21.37%). México registra 16.98% y Ecuador 15.07%. Esta tendencia indica que aproximadamente una quinta parte o más de los evangélicos en estos países muestra preferencia fuerte por los pagos electrónicos. Los porcentajes elevados en Brasil sugieren polarización, donde quienes adoptan tecnología lo hacen con alta convicción.

La respuesta «En desacuerdo» muestra variaciones significativas: Uruguay lidera con 48.72%, seguido por El Salvador (39.84%) y Costa Rica (39.35%). Guatemala registra 39.04% y Paraguay 41.38%. Esta distribución indica que aproximadamente dos quintos de los evangélicos en estos países mantiene preferencia por el efectivo cuando puede elegir. Las cifras elevadas sugieren persistencia de confianza tradicional en transacciones tangibles y desconfianza hacia sistemas digitales.

La categoría «Muy en desacuerdo» registra porcentajes generalmente moderados: Brasil presenta 21.54%, seguido por Argentina (17.81%) y Chile (14.53%). México alcanza 14.47% y Uruguay 8.97%. Esta tendencia indica que el rechazo categórico a los pagos electrónicos afecta aproximadamente una sexta parte de evangélicos, sugiriendo que mientras existe resistencia, no constituye mayoría absoluta. Los porcentajes moderados indican apertura gradual hacia nuevas tecnologías financieras.

Los datos revelan una comunidad evangélica latinoamericana moderadamente favorable a elegir pagos electrónicos, con países como Bolivia, Perú y Venezuela mostrando mayor preferencia (sobre 50% «De acuerdo»), mientras que Brasil presenta patrones complejos y Uruguay muestra mayor resistencia. La combinación de respuestas positivas («De acuerdo» + «Muy de acuerdo») frecuentemente supera el 50% en múltiples países, indicando aceptación creciente. Sin embargo, la persistente división evidencia que la elección entre efectivo y pagos digitales permanece influenciada por factores contextuales, experiencias previas y niveles de confianza institucional, más que por consideraciones exclusivamente religiosas. Esta realidad sugiere transición gradual hacia mayor digitalización financiera en comunidades evangélicas.

 

 

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