
Los datos del Latinobarómetro 2023 revelan que la mayoría de evangélicos latinoamericanos viven en hogares donde padres e hijos mantienen habitaciones separadas. Chile lidera con 93.39%, seguido por Argentina con 84.42% y México con 81.93%. En contraste, países como Honduras (55.23%), El Salvador (56.23%) y Colombia (56.22%) presentan los porcentajes más bajos, donde casi la mitad de los hogares no cuenta con esta separación de espacios. Paraguay (81.21%) y Costa Rica (79.89%) también muestran cifras superiores al 79%, indicando una clara división de espacios habitacionales.
Esta realidad refleja el principio bíblico de provisión familiar establecido en 1 Timoteo 5:8: «Si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo». La capacidad de ofrecer espacios independientes dentro del hogar demuestra un nivel de provisión que permite la privacidad y dignidad de cada miembro familiar, cumpliendo con la responsabilidad cristiana de cuidar adecuadamente del núcleo familiar según las posibilidades económicas de cada contexto.
Existe una diferencia de 38.16 puntos porcentuales entre Chile (93.39%) y Honduras (55.23%), evidenciando disparidades socioeconómicas regionales. Los países del Cono Sur—Chile, Argentina (84.42%), Uruguay (77.63%) y Paraguay (81.21%)—consistentemente superan el 77%, mientras que los países centroamericanos—Honduras (55.23%), El Salvador (56.23%) y Colombia (56.22%)—se agrupan por debajo del 57%. Brasil (76.66%) y Ecuador (70.80%) ocupan posiciones intermedias, mostrando una distribución geográfica clara en las condiciones habitacionales.
Entre un 6.61% (Chile) y un 44.77% (Honduras) de evangélicos viven en hogares sin separación de habitaciones entre generaciones. Bolivia (34.43%), Perú (34.58%) y Venezuela (32.31%) muestran cifras superiores al 32% en esta categoría. Guatemala (29.58%), Ecuador (29.20%) y República Dominicana (25.65%) mantienen porcentajes entre 25-30%. Esta realidad afecta significativamente a más de un tercio de las familias evangélicas en varios países, reflejando desafíos económicos y de infraestructura habitacional persistentes.
Colombia (43.78%), Honduras (44.77%) y El Salvador (43.77%) conforman el grupo con mayores índices de hogares sin separación de espacios, todos superando el 43%. Bolivia (34.43%) y Perú (34.58%) se ubican en un segundo nivel cercano al 34.5%. Esta concentración en países andinos y centroamericanos sugiere correlación con indicadores socioeconómicos regionales, donde las limitaciones habitacionales impactan directamente la calidad de vida familiar y las dinámicas intergeneracionales en comunidades evangélicas.
El estudio revela que 7 de cada 10 evangélicos latinoamericanos viven en hogares con separación de habitaciones entre generaciones, aunque con marcadas diferencias regionales. Chile encabeza con 93.39% mientras Honduras registra el menor porcentaje (55.23%). Los países del Cono Sur consistentemente superan el 77%, mientras Centroamérica y la región andina enfrentan mayores desafíos habitacionales. Aproximadamente entre 6.61% y 44.77% de familias evangélicas comparten espacios sin división generacional, reflejando realidades socioeconómicas diversas que impactan la vida familiar y el cumplimiento del mandato bíblico de proveer dignamente para el hogar.
