
Los datos del Latinobarómetro 2023 muestran que la mayoría de evangélicos latinoamericanos poseen casa propia. Panamá lidera con 80.91%, seguido por México con 78.92% y Paraguay con 78.67%. Guatemala alcanza 75.33% y Venezuela 74.36%, demostrando tasas superiores al 74%. En el extremo opuesto, Colombia registra apenas 41.20%, siendo el único país donde la mayoría de evangélicos no posee vivienda propia. Ecuador (58.41%) y Chile (59.50%) también presentan cifras inferiores al 60%, situándose por debajo del promedio regional y evidenciando desafíos significativos en el acceso a la propiedad inmobiliaria.
Esta realidad de propiedad habitacional conecta con el principio bíblico de herencia y estabilidad familiar expresado en Proverbios 13:22: «El hombre de bien dejará herederos a los hijos de sus hijos». La posesión de vivienda propia no solo representa seguridad económica sino también la capacidad de establecer un patrimonio duradero que trascienda generaciones, cumpliendo con el ideal bíblico de construir un legado familiar sólido. La casa propia simboliza arraigo comunitario y la posibilidad de ejercer la hospitalidad cristiana desde un espacio estable y propio.
Existe una brecha de 39.71 puntos porcentuales entre Panamá (80.91%) y Colombia (41.20%), revelando profundas disparidades en el acceso a la vivienda. Los países centroamericanos y México—Panamá (80.91%), México (78.92%), Guatemala (75.33%), Honduras (69.52%) y El Salvador (69.37%)—consistentemente superan el 69%, conformando el grupo con mayor propiedad habitacional. Costa Rica (71.38%), Brasil (73.10%) y Venezuela (74.36%) mantienen tasas superiores al 71%, mientras Argentina (64.94%), Bolivia (65.57%) y República Dominicana (65.47%) se agrupan en torno al 65%.
Entre un 19.09% (Panamá) y un 58.80% (Colombia) de evangélicos no poseen vivienda propia, dependiendo de alquiler u otras modalidades habitacionales. Colombia (58.80%) representa el caso más crítico, donde casi 6 de cada 10 evangélicos carecen de casa propia. Chile (40.50%), Ecuador (41.59%) y Perú (36.10%) muestran cifras superiores al 36% sin propiedad. Argentina (35.06%), Bolivia (34.43%) y República Dominicana (34.53%) mantienen aproximadamente un tercio de su población evangélica sin vivienda propia, reflejando limitaciones en el mercado inmobiliario y barreras económicas persistentes.
Colombia constituye un caso excepcional con apenas 41.20% de propiedad, posicionándose 17.21 puntos porcentuales por debajo de Ecuador (58.41%), el segundo país con menor tasa. Esta situación contrasta dramáticamente con la región centroamericana donde países como Panamá, México y Guatemala superan el 75%. Chile (59.50%) y Ecuador (58.41%) también enfrentan desafíos significativos, siendo los únicos países además de Colombia donde menos del 60% de evangélicos poseen casa propia, sugiriendo problemas estructurales en mercados inmobiliarios urbanos con altos costos de vivienda.
El estudio revela que aproximadamente 7 de cada 10 evangélicos latinoamericanos poseen casa propia, aunque con marcadas variaciones regionales. Centroamérica y México lideran con tasas superiores al 69%, mientras Colombia enfrenta la situación más precaria con apenas 41.20%. La brecha de casi 40 puntos porcentuales entre extremos evidencia realidades económicas dispares que impactan directamente la capacidad de las familias evangélicas para establecer patrimonio y estabilidad habitacional. Entre 19% y 59% de evangélicos carecen de vivienda propia según el país, reflejando desafíos persistentes en el acceso a la propiedad inmobiliaria que afectan la consolidación del legado familiar y comunitario.
